El presente artículo consta de
tres partes que publicaré por separado. La primera se limitará a una sencilla
descripción anatómica del globo ocular y de sus diferentes partes, adjuntando una
breve explicación del cometido de cada una de ellas con el fin de entender el
funcionamiento del órgano visual en su conjunto. En la segunda parte
ahondaremos en el aspecto más nebuloso y desconocido del proceso visual, el tratamiento y
procesamiento de la información por parte del cerebro. También comentaré
algunas características físicas inherentes a la percepción visual así como
algunas anomalías comunes. Para terminar, desarrollaré una reflexión a medio
camino entre lo filosófico y lo empírico, en torno al proceso de percepción visual,
trayendo a colación las conclusiones de ilustres teóricos de la materia.
El objetivo de este extenso y
engrosado artículo es el de dar una visión profunda pero sencilla y accesible (y
no exhaustiva) al fenómeno de la percepción visual, desde la propia fisiología
del aparato visual hasta los intrincados mecanismos del cerebro para formar una
imagen, extrayendo conclusiones que conciernen a las representaciones visuales
(pintura, fotografía, cine) y a nuestra propia impresión del mundo.
Comenzamos el viaje...
Descripción anatómica del órgano visual:
La
pared del ojo consta de tres capas concéntricas, la más externa es la
capa fibrosa (esclerótica),
la intermedia es la capa vascular y la más interna es la retina. La capa vascular también denominada úvea,
consta a su vez de tres partes: la coroides en
la porción posterior y el cuerpo ciliar
e iris en la zona anterior. La
coroides consta de numerosos vasos sanguíneos que irrigan el globo ocular. El músculo
ciliar por su parte tiene como función cambiar la forma
del cristalino
modificando, por tanto, el poder refractivo de
éste para para lograr la correcta acomodación
(enfoque) de la imagen sobre la retina.
La esclerótica es una membrana de color blanco, gruesa, resistente y
rica en fibras de colágeno. Constituye la capa más externa del globo ocular. Su función es la de darle forma y proteger a los
elementos más internos. Cubre a la coroides y a su vez
está cubierta en su parte anterior por la conjuntiva ocular,
una capa mucosa que protege al ojo de agentes externos.
El
iris es la membrana coloreada y circular
del ojo que separa
la cámara anterior (humor acuoso) de la cámara posterior (humor vítreo). Posee una apertura central de tamaño variable que
comunica las dos cámaras llamada pupila. El iris se contrae y se dilata para dejar pasar más o
menos luz en función de la variabilidad lumínica del exterior. Su apertura
varía entre los 2 y los 8 mm de diámetro. En este sistema se basan los
diafragmas de las cámaras fotográficas.
La córnea es la estructura hemisférica y
transparente localizada al frente del ojo que permite el
paso de la luz y protege
al iris y al cristalino.
Posee propiedades ópticas de refracción significativas.
El cristalino es un componente del ojo humano con
forma de lente
biconvexa que está situado tras el iris y delante
del humor vítreo. Su propósito principal consiste
en permitir
enfocar objetos situados a diferentes distancias. Este objetivo se consigue
mediante un aumento de su curvatura y de su espesor, proceso que se denomina acomodación. A medida que la edad del
sujeto aumenta, el cristalino va perdiendo progresivamente su capacidad para
acomodar. Este fenómeno se conoce como presbicia o
vista
cansada
La retina: Tejido fotosensible
situado en la superficie interior del ojo.
Es similar a una tela donde se proyectan las imágenes. La luz que incide en la
retina desencadena una serie de fenómenos químicos y eléctricos que finalmente
se traducen en impulsos nerviosos que son enviados hacia el cerebro por
el nervio óptico. La retina tiene una estructura compleja.
Está formada básicamente por varias capas de neuronas interconectadas mediante sinapsis.
Las
únicas células fotorreceptoras son los conos y
los bastones. La retina humana contiene alrededor de 7
millones de conos y unos 120 millones de bastones, aproximadamente. Los
bastones funcionan principalmente en condiciones de baja luminosidad (visión
escotópica) y proporcionan la visión en blanco y negro, mientras que los conos están
adaptados a las situaciones de mucha luminosidad (visión fotópica) y
proporcionan la visión en color. Los conos se concentran mayoritariamente en la
zona central de la retina llamada fóvea. Los bastones se encuentran en la
periferia.
La fóvea es una pequeña depresión en la retina. En todos los
mamíferos, la fóvea es el área de la retina donde se enfocan los rayos
luminosos y se encuentra especialmente capacitada para la visión aguda y
detallada.
El nervio
óptico es un nervio
craneal y sensitivo, encargado de transmitir la información
visual desde la retina hasta el cerebro.
La percepción visual es el tratamiento por etapas sucesivas de una información que nos llega por mediación de la luz que entra en nuestros ojos. Consta de tres fases (o transformaciones) bien diferenciadas:
Ø Ópticasà distintas refracciones de los rayos luminosos a
través de la cornea y del cristalino.
Ø
Químicasà reacciones fotoquímicas en la capa fotosensible del
ojo, la retina, que producen cambios a nivel químico de las células que la
componen.
Ø Nerviosas/Neuronalesà La información química
que aporta la retina es traducida a impulsos nerviosos que son transportados a
través del nervio óptico a la zona cerebral dedicada a la percepción visual,
donde se procesa dicha información.
La imagen se proyecta invertida
en la retina, tanto vertical como horizontalmente. El cerebro corrige la posición
de la imagen, recolocándola. De esto debe desprenderse que el ojo es un sistema
de captación. El que realmente ve es el cerebro. Este asunto lo trataremos con más detenimiento en la ssegunda parte del artículo.
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